3/23/2007

Tutorial: Cassette a CD




Hace un tiempo atrás me vi en la necesidad de pasar una cinta a MP3. Luego de preguntar en varios lados y mucho googlear pude llevar a cabo este proyecto. Muchas personas me han preguntado como lo hice y luego ponen cara de arrepentidos cuando les hablo de WAVs y plugs. Así que decidí escribir un tutorial para que cuando me pregunten los pueda enviar acá y así me ahorro el ver caras con signo de pregunta y/o angustia.

En fin, lo primero son los materiales. Vamos chequeando:

MATERIALES:
1. Un cable con dos miniplugs en cada extremo. Piensa en un par de audifonos comunes y corrientes de un personal stereo, que solo tiene enchufes en sus dos extremos. Lo venden en Casa Royal a 500 pesos.
2. Un personal stereo.
3. Un computador que tenga una entrada "line in" (Hasta el computador MAS chanta debería tener esta entrada)

SOFTWARE:
4. Un grabador de sonidos decente (el que viene incluido con Windows sirve, pero recomiendo CDWave. Es bastante bueno y totalmente funcional por 30 días, o más ;))
5. Un editor de sonidos que tenga un filtro para limpiar ruido. Yo ocupo Adobe Audition, pero hay alternativas gratis en Internet (es cosa de googlear un rato).
6. Un quemador como Nero o similar (si es que quieres tus archivos en un CD).

MANOS A LA OBRA:


1. Asegúrate que tu viejo y anticuado personal aun funcione. Ponle las pilas y conecta uno de los extremos del cable con dos plugs a la entrada donde conectarías los audífonos.





2. Ahora, conecta el otro extremo a la entrada Line In de tu computador. Usualmente esta entrada esta en la parte trasera del tarro, junto a la entrada para micrófono.



3.
Ahora, haz click con el botón derecho sobre el icono de volumen de tu computador, abre los controles de volumen y asegúrate que NINGUNO de los controles tiene chequeado SILENCIO. Especialmente el que dice LINEA DE ENTRADA. Si no puedes ver todos los controles, anda a opciones y chequea controles avanzados:



Y en el cuadro que sale a continuación, le pones un tick a LINEA DE ENTRADA. Ahora podrás ver su control.

4. Regresemos a control de volumen y vamos a PROPIEDADES. En el cuadro que sale, selecciona Ajustar Volumen de Grabación (1). Luego, ponle un tick a Linea de Entrada (2), y presiona Aceptar (3):




 

5. Finalmente, pon un tick abajo, en LINEA DE ENTRADA, y ajusta el volumen al 80% (o menos) de su capacidad máxima. No se recomienda poner este volumen al máximo para grabar, y en todo caso, cuando editemos el audio le daremos un volumen adecuado.



Ya terminamos la configuración para grabar, el tutorial continua acá.


3/22/2007

Echoloop




El año pasado sucumbí a la modernidad y me compré un MP3. El vendedor que me atendió trató de venderme un MP4, pero tengo mala vista y para andar viendo leseras en una pantalla enana no vale la pena gastar plata. El MP3 lo necesitaba porque gasto gran parte de mi tiempo en micro o metro viajando de un lado de la ciudad al otro, y no soy lo suficientemente sociable como para ponerme a conversar con gente desconocida y pasar el rato. Así que me conformo con escuchar música y armar mis videoclips imaginarios con el entorno del viaje y el sempiterno susurro de mi imaginación.

Mi MP3 solo salía a la luz en el metro, porque ese era un lugar más seguro que la micro (un lugar donde han intentado robarme varias veces), y además solía encontrar algún asiento desocupado. Fue así como en el 2006 mis en mis viajes me acompañó el Rock y el Pop, pasando por la balada cebolla y el canto Gregoriano. Y es que me gusta mucho la música, sea del tipo que sea, menos las que tocan mis vecinos a chorrocientos mil Watts de potencia.

Sin embargo, todo cambió con el terrorífico TranSantiago.

Hordas y más hordas de sudorosos ciudadanos se apretujan a la hora que sea en las estaciones y carros. Sitios ideales para las bandas de flaites que atacaban en las micros y ahora tienen chipe libre en el metro.
Si antes apenas me atrevía a sacar mi MP3, ahora solo lo ocupo como pendrive y ando cargando archivos de aquí para allá.

Pero mis viajes continúan como antes, solo que ahora, sin poder controlarlo, trozos de canciones y melodías de la infancia aparecen dando vueltas por mi cabeza. Por ejemplo, recuerdo parte de un coro que cantábamos cuando era muy, muy chico:

...aguántate perro
que ya pasó
perro judío
malagradecí'o...

No. No fui al jardín en Colonia Dignidad. No tengo idea del origen de esta canción (que es una especie de correelanillo). Solo recuerdo que el que perdía recibía una lluvia de patadas en el poto. Mmm, de hecho, muchos de los juegos de la niñez terminan en patadas. Como el mítico Sooooooooooooool que jugábamos en el liceo donde cuando el perseguidor no podía seguir entonando la palabra protectora TODO el alumnado se le iba encima. Había cantaores que arrancaban a velocidad luz y otros que se hacían los indignados o los choros cuando uno iba a pegarle su patadita, pero no importaba la actitud que pusiera el pobre tipo, las chuletas le caían igual.

O la maldita canción de Denver, que cuesta un mundo sacar de la cabeza:

Denver, the last dinosaur
He's my friend and a whole lot more
Denver, the last dinosaur

Shows me a world I never saw before

Cachureando en Internet leí que la canción es una oda a la homosexualidad. Bueno, frases como He's my friend and a whole lot more o Shows me a world I never saw before dan para pensar, pero no me tomo muy en serio lo que pillo en Internet después de saber que existía este libro:




Aunque el capitulo que trata sobre como eliminar amenazas podría ser útil en las mañanas con TranSantiago...



3/15/2007

Terror Absoluto




Hace poco termine de ver las 8(!) películas que componen la saga de Hellraiser. Para aquellos que el nombre no les suena, son esas películas de terror gringas en que el malo es un tipo pelado con mechas de clavos (suena paradójico, pero así es), quien tortura a la gente que tiene la mala suerte de invocarlo a través un cubo Rubik del infierno.



La saga se inició en los 80s, así que es de culto. Nunca había podido encontrar las primeras películas, luego que los VeHacheSes se extinguieran junto a los videoclubs del barrio. Igual, la primera no es tan terrorífica como me habían comentado y los efectos especiales dan lastima. El malo igual la llevaba pero fue guateando de entrega en entrega hasta que en la película 8 solo sale como villano invitado y ahí uno capta que la serie cayó tan bajo que el pelado hasta podría salir en un crossover con Freddy y Jason.


¿En que minuto le perdí el miedo a las películas de miedo?. La verdad no lo se. De chico este genero del cine me causaba pesadillas (la primera vez que vi Drácula no pude dormir) y lo evitaba a toda costa. Con los libros me iba peor, un primo tenia una colección del terror y como libro-adicto que soy, me los leí completos a pesar de que después andaba saltón y sudoroso (esta experiencia creó mi desconfianza hacia los gomeros después que leí una historia de como las plantas planeaban una rebelión contra la humanidad)

Luego siguieron los clásicos de la casa Hammer, con sus mansiones embrujadas y vampiros British. De aquí dí un salto al cine oriental de terror, cuando todo el mundo se puso a hablar del Aro (japones o gringo). Por lo novedoso del producto, en un principio convence pero luego aburre. La ultima decepción fue con The Host, que es, simplemente, estúpida.






Tal vez la respuesta a mi indiferencia radica en las experiencias que he ido acumulando a lo largo de la vida. Hay situaciones que todavía me provocan pesadillas. Afortunadamente, ya son menos frecuentes, pero si un cuento me dio aversión a los gomeros, la vida me ha provocado detestar los uniformes.

Y sin embargo, uso corbata.

Maldito dinero.


3/03/2007

Otro Color Del Cielo




Salir de vacaciones este año resulto más complicado de lo que esperaba. No porque tenía trabajos pendientes durante los meses de verano (como me pasó el año pasado), sino porque tenía tiempo para decidir que hacer durante mi periodo de descanso.

Soy una persona sencilla, que se conforma con dormir a pata suelta hasta cuando me de la gana y tomar jugo de piña cuando el calor castiga. Pero a medida que pasaban los días la publicidad de las cervezas o los noticieros lateros con segmentos dedicados a las regiones olvidadas durante el resto del año me empezaron a crear la inquietud de viajar fuera de Santiago. Tenia la sensación de que si no salía, era como si no hubiese estado de vacaciones. Maldita TV.

Usualmente en esta época del año viajamos con mi familia al Sur, porque es hermoso y tenemos muchos parientes cariñosos repartidos por allá donde podemos "pegar en la pera". Pero este año quería algo distinto, conocer nuevos parajes y ver rostros nuevos, así que comuniqué a mi gente que este año tenia ganas de conocer el Norte (no es que tuviese muchas otras opciones tampoco, considerando que vivo en Chile y aquí no hay otros puntos cardinales que visitar)

Craso error. Nunca, pero NUNCA jamás hay que contar planes. Uno cuenta un plan y se funa o lo funan a uno. Cuando comenté de mi idea de viajar al Norte la gente empezó a decir "¡Pero estay loco, el Norte es super caluroso!", "hay puro desierto","es super caro", "Calama esta lleno de putas", "Arica esta llena de Peruanos", etc. etc. etc.

Como estaba de vacaciones, no tenia ganas ni energía para discutir con nadie. Run-run se fué pal Norte... pero estaba claro que yo no lo haría, así que a hacer la mochila pal Sur. Pero no iría donde siempre, no señor. Esta vez, tenía planeado viajar a Chiloé porque simplemente nunca he estado ahí. Ademas, ¿qué más sureño que eso?

El problema es que nadie quiso acompañarme a Chiloé. Las excusas pasaron por el vil billullo hasta el "es que salí en Enero". Hablé de esto con mi primo José, quien me dijo "¿Y por qué no te vay solo? Salir con gente es un atado, no se ponen de acuerdo donde ir, tienes mucha más libertad andando solo". Todo sonaba muy lógico, como buen Ingeniero que es, así que le dije que lo haría.

A la semana me llama mi primo preguntando si había probado ya Curanto con Chapalele:
-"Uh, no... la verdad es que todavía estoy en Santiago", le dije.
-"¡¿Qué?!, ¿Por qué?", me pregunta.
-"Es que me dio lata salir solo", fue mi honesta respuesta.
-"Ah... bueno, si, en realidad salir solo es para esa gente media tocá... que andan en la onda de encontrarse a si mismos y esas volas... hay que ser muy raro para salir solo", sentencia mi primo, con lógica exquisita.

Estos Ingenieros...

En fin, casi a fin de mes salí al Sur y fui donde mis parientes cariñosos que me atendieron a cuerpo de rey (como siempre). Las circunstancias en las que viaje fueron muy extrañas, pero no es algo para discutir aquí. Basta saber que conocí lugares que no sabia que existían, vi rostros que no había visto nunca, respiré aire puro y descubrí otro color del cielo.

Misión cumplida.